
Chile es el primer mayor exportador de kiwis de América y el cuarto a nivel mundial. Para abastecer tanto la demanda interna como externa, el país cuenta con un total de 8.700 hectáreas plantadas, de las cuales el 37,7% se encuentra en la Región de O’Higgins.
Sin embargo, en los últimos años las consecuencias del cambio climático se han convertido en una amenaza para la producción de kiwi y el bienestar comercial del país. Desde 2010, en la zona central de Chile prevalece un déficit anual ininterrumpido de precipitaciones, siendo la Región de O’Higgins una de las zonas más afectadas.
En 2019 la región vivió el invierno más seco de los últimos 60 años. El municipio de San Fernando, ubicado dentro de la región de O’Higgins, presentó un déficit de lluvias del 65% con solo 67,60 mm de lluvia cuando lo normal es de 126,60 mm.
Debido a estas condiciones secas prolongadas y otros efectos del cambio climático, los agricultores en Chile están buscando formas de optimizar su uso del agua y minimizar el impacto de la sequía en la producción de kiwi. nutriGIS , una empresa chilena que brinda servicios de ingeniería y soluciones tecnológicas para la agricultura, decidió probar si un sensor térmico aéreo podría ayudar a detectar el déficit hídrico en los kiwis a través del CWSI (índice de estrés hídrico).
El índice CWSI mide la tasa de transpiración de un cultivo en una escala de 0 a 1, estimando la temperatura del dosel y el déficit de presión de vapor. Cuando la temperatura de la hoja supera la temperatura del aire en 4 a 6 °C, el número resultante es más cercano a 1 y se determina que la planta está bajo estrés hídrico.
Equipado con la serie MicaSense Altum y el Matrice 200, el equipo de nutriGIS sobrevoló un huerto de kiwis (variedad Hayward) en San Fernando en noviembre de 2019.
A modo de comparación, nutriGIS también utilizó una bomba de presión Scholander para medir el potencial hídrico de los tejidos vegetales. El uso de una bomba de presión Scholander para medir el potencial hídrico es un método ampliamente conocido para establecer el estado hídrico de las plantas y actualmente se utiliza para estimar las condiciones hídricas en los kiwis. En este caso particular, nutriGIS seleccionó treinta hojas de diez árboles elegidos al azar para realizar pruebas con la bomba Scholander.

Al analizar las imágenes capturadas con la serie MicaSense Altum y compararlas con el potencial hídrico del xilema obtenido con la bomba Scholander, se identificaron dos zonas, “Zona 1” de bajo estrés y “Zona 0” de alto estrés.

El equipo también estableció una correlación entre los datos capturados con la banda térmica de Altum y el potencial hídrico obtenido con la bomba Scholander, lo que les llevó a concluir que Altum es una herramienta poderosa para evaluar el estrés hídrico.

El uso de un sensor térmico como el Altum de la serie MicaSense permite a los productores detectar con mayor precisión los casos de estrés hídrico en los kiwis. En lugar de utilizar una muestra para generalizar los resultados, se puede mapear todo el campo e identificar árboles individuales con estrés hídrico. Con Altum, los productores no solo pueden lidiar con los impactos del cambio climático, sino también planificar estrategias de uso del agua a nivel de árbol.